De repente todo se acabó. Robert espero al visitante pero
este nunca apareció. En las noche él ya no soñaba con calculadoras ni con
cifras saltarinas, ahora lo hacía con agujeros negro con los cuales
tropezaba o con hormigas gigantes, en si
lo único que tenía era pesadillas y ni por asomo un diablo de los números.
Normalmente siempre escojo en que pensar, menos en los
sueños – decía Robert-
¿Sabe?- le dije una noche a su madre- de ahora en adelante
voy a escoger que soñar.
Eso es perfecto –respondió ella-,pero esa noche Robert no tuvo suerte y al quedarse dormido empezó
a soñar que se encontraba en un desierto sin agua ni árboles. Él iba caminando
cuando de pronto ve un montón de árboles a lo lejos, y se acercó a una de las
primeras palmeras para descansar. Están allí, escucho una voz que le decía
-hola Robert-y al subir su cabeza se dio cuenta que era el diablo de los
numero
-tengo mucha sed- dijo Robert-sube aquí a mi lado- respondió el diablo
Robert subió, mientras el diablo le hacía un roto al coco
que tenía en la mano para que su amigo pudiera beber de el, hace mucho tiempo que no sabía de ti – dijo Robert-Como ves, estaba de vacaciones – respondió el diablo-¿Y qué vamos a hacer hoy? –Pregunta ansioso Robert-Deberías estar cansado por la caminata del desierto – dijo
el diablo-No es para tanto, o es que no se te ocurre nada – dijo
Robert--a mí siempre se me ocurre algo,-números nada más-¿Y que si no? no hay nada más emocionante, mejor cógelo! –Robert tiro el coco a la arena y desde arriba parecían
puntos. El diablo solo le dijo que siguiera botándolos Robert boto tres cocos a la vez y se asomó a la arena y vio
que formaban un triángulo.-sigue botándolos, no pares- le dijo el diablo, Robert no paraba de lanzarlos a la arena, que ves ahora-pregunto el diablo de los números- más triángulos – dijo Robert- Quieres que te ayude alanzarlos – pregunto el diablo-Y los dos desde lo alto de la palmera empezaron a botar los
cocos sin parar y al asomarse a la arena, vieron varios triángulos formados de
forma creciente.Es curioso que todos los cocos caigan en orden –dijo Robert- si, tanta precisión solo es posible en las matemáticas y en
los sueños – respondió el diablo sonriendo- pero ahora cuenta cuantos cocos tiene cada triangulo, ten en
cuenta que el primer triangulo tiene un solo coco – le advirtió el diablo a
Robert- llegaría hasta el 5 triangulo, porque para el sexto tendría
que ponerme a contar los cocos – dijo Robert-No hace falta- dijo
el diablo- mira lo sencillo que es.Lo único que debes hacer es sumarle al triangulo seis, el
número de cocos del anterior más 6 cocos de una fila más. – Le explicó el
diablo a Robert- entonces ya no necesito botar más cocos, ya sé cuántos tiene
el siguiente triangulo. – Dijo Robert- al bajar de la palmera se encontraron con una piscina y al
fondo dos vasos con sumo de limón debe haberlo deseado
el diablo- pensó Robert- pasado el tiempo el diablo le dice a Robert
Ya olvídate de los cocos, ellos se llaman los números
triangulares y hay muchos más de los que tú crees – dijo el diablo- lo sabía, los asuntos tuyos siempre llegan al infinito- le
respondió Robert-el diablo se paró y empezó a escribir los números en el agua
de la piscina, ya sea en el cielo o en la arena, el diablo lo escribe todo
con números, pero no creas que son así de fáciles, mejor encuentra la
diferencia de los números triangulares –dijo el diablo-¿A qué te refieres?- pregunto Robert- averigua la diferencia entre dos números triangulares- dijo
el diablo- Robert analizo los números que le diablo había escrito en el
agua y dijo: al cuarto número se le resta el tercero ya si sabemos el
número del triángulo, es decir, a un numero se le resta el anterior a si sabemos
al triangulo al cual pertenece. Exactamente- exclamo el diablo – pero no te creas que eso es
todo, ahora dime un número y yo te lo diré con un máximo de tres números
triangulares, el número 51- dijo Robert- Es muy fácil- pensó el diablo – 15+36=51 y así siguieron jugando. Robert decía un número y el diablo
le daba la respuesta. Pero mira te enseñare otros trucos – le dijo el diablo a
Robert-
Si sumas todos los números naturales del 1 al 11, ¿Qué te
sale? – pregunto el diablo.
Uffff- dijo Robert- ,pero no te preocupes con los números triangulares esto es
muy fácil- hablo el diablo- solo busca el duodécimo de ellos y tendrás la
respuesta -78- dijo Robert -Correcto!, ya ves lo fáciles que son los números
triangulares, pero los cuadrados también son muy fáciles, mira El diablo cogió unos cuantos cubos de hielo y dijo: -es igual que los cocos, solo que ahora lo vamos a hacer con
cubos-
Después de repasar entre los don los números cuadrados,
Robert decido meterse a la piscina para refrescarse un poco, pero el diablo
exclamo: -espera que la piscina está llena de números, primero hay
que sacarlos-, pero Robert ya estaba nadando y todos los números se mecían
a su alrededor.
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