miércoles, 10 de julio de 2013

Novena noche.

Robert soñaba que soñaba, ya se había acostumbrado. Por estos días Robert se encontraba enfermo, tenía gripe, así que no quería quedarse dormido ya que cada vez que lo hacía  tenía una pesadilla y se despertaba con fiebre.
Decidió empezar a leer, ya cuando iba en el capítulo doce, su cansancio era evidente, pero lo  que soñó era extraño. Soñó que tenía gripe y que al lado de  su cama se encontraba el diablo de los números, creo que aún no me he quedado dormido – dijo Robert- ¿Y entonces yo?-dijo el diablo- ¿estas soñando con migo? O ¿estoy realmente aquí?, el diablo había venido a visitarlo ya que Robert se encontraba enfermo. Esa noche el diablo había planeado algo sencillo pero con númerosNo te preocupes- dijo el diablo- hoy vamos a ver algo fácil
Y de pronto empezaron a entrar por la puerta personas con camisas donde tenía cada uno un numero en la espalda. Cada vez entraban más y más personas y el cuarto se fue agrandando hasta llegarse a ver un  pasillo grande de todos los números por orden, después el diablo les dio una orden y los números impares que tenía camisa roja dieron un paso a delante y se formaron por orden. Después hizo formar detrás de ellos los números pares que tenían camisa blanca
Crees que hay la misma cantidad de pares que impares- pregunto en diablo
No- dijo Robert-, Pues estas equivocada hay la misma cantidad- dijo el diablo-
El diablo para demostrarlo ordeno a los números que se formaran por parejas para comprobarle a Robert que habían la misma cantidad.
Después en la tercera fila el diablo mando a ordenar los números primos, mientras Robert en medio de su gripe empezaba a cerrar los ojos, después se ordenaron las filas 4, 5,6 y 7 cada una con un color, las filas eran infinitas, tanto que ya Robert no podía ver los últimos números. Después Robert empezó a mirar cada fila y a relacionarlos con lo que haba aprendido las noches anteriores, los azules son los números de bonatschi, los amarillos son los triangulares, los negros son los saltarines. Al terminar de responder el diablo les ordeno a los números que se fueran y de un momento para otro el cuarto de Robert quedo vacío. Pero eso no es todo por hoy- dijo el diablo- mantén los ojos abierto y mira lo que te voy a escribir en el techo. El diablo empezó a escribir los números quebrados en el techo y a Robert le tocaba empezarlos a sumar. El diablo le enseño como hacerlo y así Robert puedo completar la suma. Después de terminar el ejercicio el diablo volvió a escribir otro para que Robert lo volviera a sumar. Tengo gripa- dijo Robert- ya estoy cansado,no te preocupes-dijo el diablo- trata de hacer esa suma. Robert tenía dificultades para responder, así que el diablo le ayudo recordándole que entre más pequeño sea el numero quebrado mayor valor tiene. Robert estaba muy enfermo así que ya no podía responder
Dejémoslo así- dijo Robert-, está bien –dijo el diablo- Robert siguió durmiendo mientras el diablo se retiraba silenciosamente. Al despertar la fiebre ya se le había pasado


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